Juana de Arco

(Domrémy, Francia, 1412 - Ruán, id., 1431) Santa y heroína francesa. Juana de Arco (Óleo de Ingres)
Nacida en el seno de una familia campesina acomodada, la infancia de Juana de Arco transcurrió durante el sangriento conflicto enmarcado en la guerra de los Cien Años que enfrentó al delfín Carlos, primogénito de Carlos VI de Francia, con Enrique VI de Inglaterra por el trono francés, y que provocó la ocupación de buena parte del norte de Francia por las tropas inglesas y borgoñonas.
A los trece años, Juana de Arco confesó haber visto a san Miguel, a santa Catalina y a santa Margarita y declaró que sus voces la exhortaban a llevar una vida devota y piadosa. Unos años más tarde, se sintió llamada por Dios a una misión que no parecía al alcance de una campesina analfabeta: dirigir el ejército francés, coronar como rey al delfín en Reims y expulsar a los ingleses del país.
En 1428 viajó hasta Vaucouleurs con la intención de unirse a las tropas del príncipe Carlos, pero fue rechazada. A los pocos meses, el asedio de Orleans por los ingleses agravó la delicada situación francesa y obligó al delfín a refugiarse en Chinon, localidad a la que acudió Juana, con una escolta facilitada por Roberto de Baudricourt, para informar a Carlos acerca del carácter de su misión.
Éste, no sin haberla hecho examinar por varios teólogos, accedió al fin a confiarle el mando de un ejército de cinco mil hombres, con el que Juana de Arco consiguió derrotar a los ingleses y levantar el cerco de Orleans, el 8 de mayo de 1429. A continuación, realizó una serie de campañas victoriosas que franquearon al delfín el camino hacia Reims y permitieron su coronación como Carlos VII de Francia (17 de julio de 1429).
Acabado su cometido, Juana de Arco dejó de oír sus voces interiores y pidió permiso para volver a casa, pero ante la insistencia de quienes le pedían que se quedara, continuó combatiendo, primero en el infructuoso ataque contra París de septiembre de 1429, y luego en el asedio de Compiègne, donde fue capturada por los borgoñones el 24 de mayo de 1430.
Entregada a los ingleses, Juana de Arco fue trasladada a Ruán y juzgada por un tribunal eclesiástico acusada de brujería, con el argumento de que las voces que le hablaban procedían del diablo, con lo cual se pretendía presentar a Carlos VII como seguidor de una bruja para desprestigiarlo. Tras un proceso inquisitorial de tres meses, fue declarada culpable de herejía y hechicería; pese a que ella había defendido siempre su inocencia, acabó por retractarse de sus afirmaciones, y ello permitió conmutar la sentencia de muerte inicial por la de cadena perpetua.
Días más tarde, sin embargo, recusó la abjuración y reafirmó el origen divino de las voces que oía, por lo que, condenada a la hoguera, fue ejecutada el 30 de mayo de 1431 en la plaza del mercado viejo de Ruán. Durante unos años, corrió el rumor de que no había muerto quemada en la hoguera, ya que habría sido sustituida por otra muchacha, para casarse posteriormente con Roberto des Armoises. En 1456, Juana de Arco fue rehabilitada solemnemente por el papa Calixto III, a instancias de Carlos VII, quien promovió la revisión del proceso. Considerada una mártir y convertida en el símbolo de la unidad francesa, fue beatificada en 1909 y canonizada en 1920, año en que Francia la proclamó su patrona.
Es nuestro modelo de vida porque:
Su figura, hoy reconocida por su profunda espiritualidad, encarna muchos de los valores que perseguimos en el guidismo. No traicionó jamás sus principios ni sus valores, los que defendió hasta el momento de su muerte, cuando era una jóven de 19 años.
¿Cuales fueron estos principios y valores?
En su corta vida, Juana nos entrega valiosas enseñanzas:
- El enorme grado de espiritualidad que presenta. Fue siempre la fe lo que la mantuvo en pie para seguir adelante y no flaquear ni siquiera en el momento de su muerte.
- Es un agente de cambio. Lucha por mejorar las cosas aunque la empresa se vea dificil. No quedó indiferente frente a la dominación extranjera y su actuar cambia el rumbo de la guerra de los 100 años, logrando desmitificar a los ingleses frente a los franceses, que los creían invencibles.
- Se convierte en una gran luchadora para liberar a quienes están oprimidos o son víctimas de una injusticia. Es el caso de la ciudad de Orleáns, que se encontraba bajo el asedio de los ingleses y también cuando lucha por hacer justicia por el rey de su país.
- Posee una gran fuerza interior, que le permite enfrentar las dificultades con mucho optimismo y nos enseña que no hay nada inalcanzable. Esta fuerza la conforta en el momento de dejar a su familia a muy corta edad para cumplir su misión; y la acompaña siempre, pero muy especialmente cuyando es capturada, vendida y juzgada por sus enemigos.
- Es persistente en sus creencias e ideales, aunque los obstáculos le impidan avanzar. Por eso, a pesar de ser rechazada por quienes rodeaban al delfín Carlos, ella insiste una y otra vez hasta que logra ser escuchada y proseguir su misión.
- Se convierte en la líder que su pueblo necesitaba. Afrontando una serie de duras pruebas, guió a un gran ejército en diferentes batallas, lo que la hizo ganarse el respeto no sólo de los militares, sino también de los civiles, que la reconocían como una mujer fuerte, justa y valiente.
- Es consecuente con sus ideales y su fe, sin importar los problemas o sufrimientos que intente desviarla de su camino.
- Es extremadamente valiente, y combate sin miedo a las heridas y a la muerte, mientras sea por seguir un ideal. Prueba de ello es toda su historia.
LA RAMA GUIA CONMEMORA EL DIA EN QUE DIO SU MAYOR MUESTRA DE VALENTIA Y DE ENTEREZA, EL 30 DE MAYO, FECHA DE SU MUERTE.